El economista Ricardo Arriazu ha destacado que Argentina ocupa el segundo lugar en la historia mundial en cuanto a devaluación de su moneda, solo superado por el Congo. Según sus declaraciones, la depreciación en Argentina ha alcanzado los 110 billones de por ciento, lo que subraya la gravedad de la situación económica del país.
La Verdad Detrás de la Devaluación
Arriazu señala que si la devaluación fuera una solución efectiva, tanto Argentina como el Congo serían potencias económicas. En lugar de centrarse en el tipo de cambio nominal, propone que el enfoque debe estar en bajar el costo argentino a través de reformas estructurales. Comparó la situación con un niño que pide crecer en lugar de buscar un verdadero cambio en su condición.
Reformas Necesarias
El economista enfatiza que lo que realmente necesita Argentina son reformas que permitan disminuir los costos estructurales de la economía. A su juicio, el tipo de cambio no soluciona los problemas subyacentes, y es crucial abordar los temas que históricamente han sido ignorados. Además, subrayó que los salarios deben recuperarse, pero no por encima del crecimiento de la productividad.
Pronósticos Económicos
En cuanto a la situación macroeconómica, Arriazu considera que Argentina se encuentra en una situación sólida, pero aún requiere una serie de reformas. Proyecta que la inflación para el año en curso será del 29%, con un crecimiento de la actividad económica que podría llegar al 6,3%.
Sin embargo, advierte que los mayores peligros para el país son una posible crisis internacional o la política interna. Mantener los equilibrios macroeconómicos es esencial, ya que, según él, esto permitiría a Argentina duplicar su tasa de crecimiento sin necesidad de desarrollar todos los sectores en los que tiene ventajas comparativas.
Arriazu concluyó su análisis mencionando una charla que realizó en Tucumán titulada Soñando con una Argentina posible, donde expresó su optimismo sobre el futuro del país, destacando que las oportunidades no deberían ser desaprovechadas y que una buena negociación con el Fondo Monetario Internacional podría aumentar las probabilidades de un cambio positivo en la economía argentina.
